No creo que alguien un dia lógre transcribir lo que vive de manera lisible.
Lo que uno muestra, importa menos que lo que uno calla.
Dialogos interiores, monologos al temple en baños de harmonias, de donde a veces, emerge el murmullo de una sonrisa a salvar de un terible naufragio, provocado por el desfallecimiento de la duda.