Recordamos demasiadas cosas, demasiadas metamorfosis, demasiadas esperas profundas.

El desorden del mundo parece ser para algunos una necesidad verdadera; Para otros, rechazar la obsolescencia de la epoca, representa un deseo verdadero.

Desde el grave al agudo, del rápido al lento, de la acidez al suave, de fuerte a debilucho, al contrario de los unos y a pesar de los otros, no he dudado nunca del pequeñito camino que hemos trazado con la intrépida constancia de nuestras risas, de nuestras lágrimas.

Demasiadas cosas recordamos... demasiadas metamorfosis... demasiadas esperas profundas de este deseo último para siempre desmayado... nunca he dudado del inagotable significado del gris.

 

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