Extracto de un libro escojido aleatoriamente en la biblioteca:

Al borde de un río, el barrendero barre... barre... barre, inéxorablement.

Se aburre un poco, observa el sol, está enamorado.

Una pareja enlazada pasa, la sigue de los ojos, la pareja desaparece, él se sienta sobre una piedra. Pero repentinamente la música, el aire de tiempo que era suave y encantador, pasa a chirrindir y a amenazar.

Aparece entonces el Ángel protector del barrendero que de un muy simple gesto le hace vergüenza de su pereza y le aconseja volver al trabajo. El Ángel protector apunta el índice hacia el cielo y, desaparece.

El barrendero vuelve a su escoba.

Una mujer hermosa, llega y se acerca al parapeto, observa el río, esta de espaldas y es muy bonita así, el barrendero sin hacer ruido, se acerca junto a ella y, con una mano tímida y calurosa la acaricia o más bien hace como si, mimando el gesto del hombre quien hace unos instantes, acariciaba a su amiga.

La mujer se va sin verlo, sigue solo con su escoba y súbito, constata que el Ángel volvió de nuevo y lo vio y le echa culpas con una una mirada dolorosa cada vez más amenazadora.

El barrendero vuelve a su escoba y barre... el Ángel desaparece.

Otra mujer pasa... deja de barrer y de un gesto que dice largo, le habla de la lluvia y del buen tiempo y de su belleza a ella tan especial. El Ángel aparece. La mujer huye aterrorizada.

El Ángel, de nuevo hace recordar al barrendero que el esta aqui para barrer, y de nuevo desaparece.

El barrendero vuelve a su escoba... Repentinamente, se oyen gritos, quejas viniendo del río... Sin duda , las quejas de algúno que se ahoga.El barrendero hiba a abandonar su escoba, pero con un movimiento de hombros, vuelve a su labor, y indiferente a los gritos viniendo del río, sigue barriendo. El Ángel protector, aparece.

Y el barrendero barre como nunca ha barrido; trabajo ejemplar y cuidado. Pero el Ángel siempre el índice levantado hacia cielo, remueve las alas enojado y hace comprender al barrendero que es muy bonito por supuesto barrer pero que a pesar de todo, hay alguien que se puede que este ahogándose... y insiste al barrendero que se hace el sordo. Finalmente el barrendero se quita la chaqueta, puesto que no puede hacer de otro modo, y, como es muy buen nadador, sube sobre el parapeto, y realiza un maravilloso "salto del ángel"... y desaparece.

Y el Ángel literalmente, elogia al Señor.

A estas alturas, la música es una música innegablemente celeste.

Repentinamente, el barrendero vuelve teniendo en sus brazos el ser que salvó.

Es una muchacha muy bonita y desvestida.

El Ángel la toesa de un ojo malo.

El barrendero la echa sobre un banco con delicadeza, y se ocupa de ella, la restablece, la acaricia.

El Ángel interviene y da al barrendero el consejo de rechazar al río esta "demonia". La "demonia" que vuelve a tomar gusto a la vida gracias a las caricias del barrendero, se levanta y sonrie.

El barrendero sonrie también.

Bailan los dos.

El Ángel los amenaza por los rayos del cielo. Se ponen a reir a carcajadas, se besan y bailando se van.

El Ángel protector seca una lágrima, recoge la escoba y barre... barre... barre... in-ex-ora-ble-mente.