Me hundo en el paradoja del saltador que, segundo tras segundo, milimetro tras milimetro, las manos tensas hacia el obstaculo, considera la densidad severa del suspense interior, preguntandose... :
-"¿ En que punto estoy ?... ¿ En que punto estoy ?..."
Inmovil, volando, en estado de minima sustension, reconsidera el viaje... interior exterior, que, de hora en hora, de luzes en kilometros, metro por metro, centimetro por centimetro, milimetro por milimetro, macrometro por macrometro... lo transforma en mutan.
Quisiera ver bailar las sombras de una union sin fallas... y penetrar la oscuridad del azul, en lo mas profundo de tu curiosidad.
En lo mas profundo de mi curiosidad, vi distintamente moverse las horas... sin poder tocarlas.
En el fondo, solo la sensibilidad nos interesa.