Singular y fugitivo. Una partida de escondite se esta jugando en los corredores del tiempo, allà donde la luz proyecta sobre muros simbolicos, sin buscar a comprender, cuentos inmortales, refranes chinos, relatos jadeantes rigurosos y formales. " Pas la moindre musique ", un ritmo sideral... un ritmo siderante. Un inmenso recorrido ,un juego de escondite que consiste en encontrar concretamente, donde se esconden los contrarios, la cabeza y los pies.
De nuevo me disfrazé en cornac y aqui estoy... abrigado detras de las orejas de un amigo elefante.
Ojeras desmesuradas, y suaves como la locura de la aventura humana... Orejas a traves de las cuales, oigo la gente disfrazada en no se que, decir, y hacer... todo al reves.
Estoy aterrorizada por lo que puedo adivinar... por lo que puedo oir... la angustia del mundo es eliptica y del elipse se escapa una sinfonica orquestacion de imagenes, de sonidos, de movimientos sin pies ni cabezas. Ahora ya no me da miedo... se que alguien me espera sentado en el borde del mundo.
Observo, escucho, espero... que me encuentren, que me vengan a buscar... y entonces entrare en el corro de la noche.
Mi visibilidad se reduce, pero siento miradas que se fijan... y manos que posan sobre las alturas del tiempo.