nos sentimos rozados por la melancolia difusa de nuestros cariñosos abrazos.
Recojo el fulgor breve y asombroso de una sombra caida de un sueño.
Los cuerpos son perecederos, los deseos estragosos y las noches inmortales; por eso te quiero ofrecer para tu sanctuario, 50 chicas expertas, 100 parpados languidos, 100 piernas femininas dispuestas y abiertas y lindos ojos de miel.
Nunca, nunca llegue a centrarme con el Tema, y por lo tanto sabes, mi posicion es clara.
Cuando la ficcion emerge entre las parentisis de un atardecer.
(¡que el que o la que odia el atardecer me tire la primera piedra!)
Entonces, entro en mi ensueño... en mi bar por debajo del mar... donde nadie me trata de abstracto. Alli los trazos me alcazan y recojen muy al fondo de mi la trama de nuestros dias... una tormenta de flores amenaza; Inspirado por la ligera elegancia del camelia blanco que llevo al ojal, me siento rozado por la melancolia difusa de nuestros cariñosos abrazos.
Ahora os escribo bajo una trrrrrremenda torrrrrmenta de flores, flores con espinas.
Mañana, anuncian unos minutos mas de sol, y por la tarde un trrrremendo chubasco de flores, flores ligeras, elegantes, blancas... blancas... blancas y sin espinas. amen .
¡ Bueno os dejo ya, me tengo que pirrrrar !
